El efecto invernadero es un proceso natural que calienta la superficie de la Tierra por medio de la energía que llega del Sol. Ello permite la existencia de una temperatura ideal para la vida de todos los seres que habitamos en el planeta. Sin embargo, desde la segunda mitad del siglo XVIII (Revolución Industrial), el calor que absorbe el planeta es mucho más del necesario debido a las excesivas cantidades de gases de efecto invernadero (GEI) que los humanos lanzamos a la atmósfera, particularmente dióxido de carbono (CO2).
