Aún con el protagonismo del tema en las negociaciones en los últimos años persisten múltiples inequidades que exigen acciones inmediatas

Aún con el protagonismo del tema en las negociaciones en los últimos años persisten múltiples inequidades que exigen acciones inmediatas
Latinoamérica ha buscado en las últimas dos décadas la manera de financiar proyectos de energía y transporte que prometan un futuro más sostenible para sus habitantes. Sin embargo, detrás de las altas cifras en inversiones adeudadas hasta la fecha, se esconden dudas sobre la sostenibilidad y la verdadera contribución al cambio climático de estos planes.
Esta investigación periodística desentraña, paso a paso, la forma en que opera el sistema de financiamiento global para el cambio climático. En cada reportaje de la serie se revela cómo los países ricos del Norte Global, respaldados por influyentes bancos e instituciones multilaterales, han creado una arquitectura financiera poderosa, pero desigual. Una estructura que favorece sus propios intereses y ganancias a expensas de que los países más vulnerables se ahoguen en deudas.
En financiamiento climático han aportado $0,23 por tonelada de carbono emitida en el último siglo. Japón y Alemania son los que más han contribuido con fondos multilaterales y de la OCDE. EE. UU. y Reino Unido están rezagados, mientras que China, Rusia e India han realizado, prácticamente, cero aportes.
Se han desembolsado US$11.000 millones en dos décadas para acciones de mitigación y adaptación, pero se necesita una inversión multilateral 91 veces más grande por año si se quiere mantener al planeta habitable.