En 1995, hace veintidós años, un arquitecto e informático estadounidense, Nicolás Negroponte, escribió Ser Digital, un vaticinio preclaro, cardinal para la historia del Periodismo y que se ha ido cumpliendo al pie de la letra:
«Todo lo que pueda ser digital, lo será».
Quizás, para muchos de ustedes, futuros colegas periodistas, ese augurio no sea tan lapidario, o fantástico, porque han vivido la mayor parte de sus vidas inmersos en el mundo digital.
Su comunicación es impensable fuera de las emblemáticas redes de fibra óptica – o en su defecto de ADSL- por donde viaja Internet.
Pero en aquél momento, para los que ya nos acercábamos a nuestra tercera década de vida, o más, aquello parecía tan ciencia ficción como la trilogía de películas de Volver al Futuro.
Los periodistas lo informábamos, escribíamos sobre Internet, pero no alcanzábamos a prever la magnitud del cimbrar de los andamios que, ferozmente, se nos anticipaba a nuestra profesión, a la industria de los medios.
El lobo estaba en la sala y Caperucita solo se asombraba por sus dientes tan grandes.
¿Quién entre los mortales imaginaba que aquél periódico tangible, que llegaba a la casa, gordo de publicidad, con las noticias del día anterior se digitalizaría, transformándose en una entidad de consulta inmediata por medio de una pequeña pantalla de bolsillo?
¿Quién, concebía la posibilidad de que en un solo dispositivo se fundirían texto, audio, video, imagen, redes sociales, interacción en tiempo real, realidad virtual, realidad aumentada, gigantescos sistemas de consulta y visualización de bases de datos, sistemas de geolocalización satelital y todo lo demás que está por venir?
Casi nadie, excepto Negroponte, fundador del Laboratorio de Medios del Instituto de Tecnología de Massachusets, (MIT), y otros visionarios.
Así Internet impactó al periodismo como si un meteorito gigante hubiese chocado contra la Tierra. Y en ese proceso ocurrió lo mismo que hace 65 millones de años: se extinguieron los dinosaurios.
O al menos, en el caso del periodismo, han ido lentamente extinguiéndose nuestros dinosáuricos paradigmas de comunicación lineal y unidireccional de un emisor a un receptor.
No en vano, veintidós años después de la frase de Negroponte seguimos hablando de periodismo digital versus periodismo análogo, tradicional, y definiendo temas como el de hoy: ¿Quién es un periodista digital? ¿Cómo ha ido evolucionando su perfil?
Esa evolución es constante, los cambios son vertiginosos. Asistimos regularmente a la aparición de nuevas redes sociales, aplicaciones y algoritmos que nos obligan a comenzar, casi de cero, para comprender una vez más a las tecnologías emergentes y su interacción con las personas y el consumo de las noticias.
¿Quién es un periodista digital?
Es quien desarrolla su trabajo por medio de Internet. Es decir, quien emplea el ciberespacio para investigar, producir y, sobre todo, difundir contenidos periodísticos, define Ramón Salaverría, prestigioso académico del Periodismo Digital.
En términos generales, ¿cuáles son las características del periodista digital? El de hoy.
Es periodista primero, es decir, por encima de las habilidades tecnológicas, tiene olfato para la noticia, para investigar.
¿De qué nos sirve un periodista que es solo digital? Astuto con la tecnología, pero inculto en redacción y ortografía, para articular ideas y comprender el contexto de las noticias sobre las que indaga.
Las plataformas en línea para comunicar requieren de un periodista híbrido, un binomio prodigio. Por eso hablamos de Periodismo Digital no de Digital Periodismo.
El Periodismo -como servicio y para revelar lo convenientemente oculto por el poder- debe seguir antecediendo a cualquier plataforma venidera o tecnología, incluida la inteligencia artificial, en la que debemos de pensar como aliada.
La inteligencia artificial por ejemplo, como socia-aliada, cómplice para recopilar datos sobre nuestras audiencias y comprender sus intereses; que al medio o la organización periodística sirva para la toma de decisiones editoriales y a quien nos sigue, lee, escucha o ve, acceder a información oportuna, de calidad con la que sea más útil, interpretar su realidad y participar en ella.
O, en mi caso, para utilizar los algoritmos y desarrollar soluciones lógicas de extracción, estructura y comprensión de datos masivos que nos permitan encontrar patrones en la información y transformarla en noticia.
Estoy hablándoles de un periodista que entiende la tecnología como un medio y no un fin para desarrollar su función social.
En ese mismo sentido, un periodista digital hoy sabe asimilar gran cantidad de datos. Entiende cómo extraerlos o estructurarlos, transformarlos en bases de datos, analizarlos, hallar en ellos información que, ojalá, se convierta en conocimiento para la toma de decisiones.
No solo en términos de métricas, de analítica, para indagar en los intereses de su audiencia sino también para producir noticias originales y de impacto a partir del periodismo basado en análisis de bases de datos.
Por esa misma demanda, el periodista digital es rápido mentalmente y posee una buena memoria, tanto para recordar hechos claves como para saber dónde encontrar la información que requiere acceder oportunamente. Es un buen curador de contenidos.
Es un comunicador con sed de aprender constantemente, que maneja y domina las herramientas tecnológicas, como medio y no fin, insisto, para desarrollar su trabajo y mejorar la organización de la información y la manera de narrarla a su público. Es autodidacta, aprende haciendo y en múltiples formatos.
Es creativo, no teme a la innovación, sino más bien la procura.
Es un periodista que piensa en términos de interacción con las audiencias, genera debate. Está pendiente, pero no es esclavo de los dictados de las redes sociales o de la analítica web. Corrige y adapta lo necesario a partir del monitoreo racional de esas herramientas.
En términos generales estamos frente a un profesional que gestiona eficientemente su trabajo, tiene capacidad de decisión y es un buen jugador de equipo.
¿Dónde y cómo trabaja ese periodista?
Hasta antes de Internet, básicamente se era periodista de prensa escrita, de radio o de televisión. Cada uno de los roles estaba claramente definido por el tipo de plataforma para la que se trabajaba.
Una de las ventajas que trajo Internet fue la multiplicación de posibilidades del periodista para laborar.
En mi experiencia, y retroalimentación con otros colegas, hemos detectado al menos 16 clases de empleos para periodistas digitales especializados. Sus perfiles son:
- Periodista audiovisual multimedia: Es un periodista que conoce de producción audiovisual y edita contenidos con criterio editorial, para generar noticia.
- Periodista de Datos: Es alguien capaz de extraer bases de datos de Internet y hacer su análisis por cuenta propia. Además, sabe presentar sus conclusiones gráficamente y trabaja con diseñadores interactivos y programadores web.
- Periodista diseñador interactivo: La persona que trabaja en visualización de información, enlazada con el periodismo de bases de datos, es un visualizador de datos. No se trata de un diseñador o de un periodista tradicional. Se trata de un híbrido que se ha desarrollado y adaptado a las necesidades de la comunicación de los últimos tiempos.
- Periodista programador: es periodista, pero también entiende la lógica de la programación web para crear sus propios gráficos interactivos y sitios especiales para alojar sus proyectos.
- Free lance digital: Genera noticias para distintos medios de comunicación bajo contratación tercerizada. Es una especie de corresponsal, pero utiliza todas las tecnologías a su alcance para generar contenidos multimedia.
Existen otros puestos que pueden desempeñarse tanto en medios de comunicación como en el mundo corporativo.
- Community manager: es el encargado de crear, gestionar y dinamizar a la comunidad de usuarios que los medios o empresas tienen en las distintas redes sociales donde participan e interactúan. Debe tener una excelente redacción y ortografía.
- Estratega de redes sociales: Define y ejecuta la estrategia de comunicación que el medio o la empresa tendrá en las redes sociales.
- Distribuidor de información: es un periodista que analiza los contenidos producidos en un medio y en una empresa y determina en cuál o cuáles plataformas tendría mayor éxito su distribución. También gestiona la adaptación de contenidos de un formato a otro. Por ejemplo: de texto a video, o de infografía estática a un motion graphic (gráfico en movimiento).
- Gestor de información: se especializa en ubicar, curar y procesar información en línea que requieren las empresas para campañas de comunicación -internas o externas- para mantenerse informadas y tomar decisiones.
- Webmaster: Cuida de los contenidos de la empresa y su imagen en el entorno de internet. Actualiza contenidos, mantiene el sitio, refresca la imagen y está al día con las innovaciones digitales. Es un híbrido entre comunicador, diseñador web, diseñador gráfico y programador.
- Encargado de usabilidad: Vela por la claridad y la facilidad con que los usuarios navegan por un sitio web y acceden a sus contenidos.
- Responsable de SEO (optimización para motores de búsqueda): Analiza y adecúa la información de los sitios web, mediante palabras clave, para posicionarlos mejor en los resultados ofrecidos a los usuarios por los motores de búsqueda como Google.
- Analista de métricas: Analiza tráfico de sitios web, páginas vistas, procedencia de las visitas, etc. También estadísticas de suscriptores, redes sociales y la interacción de los usuarios.
- Buscador de tendencias: Se dedica a detectar tendencias para que el medio genere noticias o para que las empresas las aprovechen en su comunicación o para crear nuevos productos.
Finalmente, el mundo del mercadeo digital y la publicidad también ha abierto otras puertas para los periodistas.
- Redactor copy: Redacta mensajes corporativos, publicitarios, mensajes para memes, videos y cualquier comunicación que se distribuya por plataformas digitales.
- Redactor de contenidos para mercadeo digital: se especializa en producir textos para promocionar productos y dinamizar el tráfico de sitios web de comercio.
Los tipos de peces periodísticos en el océano de la comunicación se han multiplicado. Hoy son más diversos y especializados los periodistas, sin por ello dejar de ser capaces de asumir tareas esenciales de la profesión: reportear y redactar una nota, por ejemplo.
Al igual que hace veintidós años, persiste la simple profecía de Negroponte, «todo lo que pueda ser digital, lo será».
Y eso incluye un universo de cosas de las que todavía no estamos conscientes, que aún no han sido creadas o están en proceso de serlo.