El periodismo de datos no es una moda, es una necesidad y una oportunidad.
Una necesidad porque las redacciones se están dando cuenta de que analizar grandes bases de datos por su propia cuenta les permite tener más confianza y precisión sobre los datos que revelan a su audiencia.
Es decir, no dependen de una fuente que les dé “masticados los números”. Por ello, son menos propensos a los sesgos o imprecisiones.
Tradicionalmente los periodistas vamos a una fuente, a la que a veces mal llamamos experta, creemos en lo que nos dice, creemos que es verdad y reproducimos sus conclusiones.
¿Pero cómo sabemos realmente que los números que nos han entregado son ciertos si no los hemos examinado por nuestra propia cuenta, sino los hemos corroborado y validado?
Esa es una necesidad que el periodismo de datos ayuda a solventar si realmente queremos, como periodistas, hacer bien nuestro trabajo y velar por el interés público.
El periodismo de datos también es una oportunidad porque nos obliga constantemente a innovar, a entender mejor a nuestras audiencias y la forma en que interactúan con la información. Nos obliga a pensar en cada publicación cuál es la mejor forma de contar, de comunicar esa historia que está detrás de los datos.
Hay historias que, por el volumen de datos que involucran, son imposibles de contar en un texto; pero si la contamos en una visualización interactiva son capaces de generar información, conocimiento de un solo vistazo.
El periodismo de datos pone al servicio de la gente conclusiones basadas en análisis de datos que no solo evidencian las conclusiones del periodista, sino que también le permite a las personas interactuar, encontrar y crear su propia historia.
Insumo para la investigación
El periodismo basado en el análisis de bases de datos es un insumo más para hacer periodismo de investigación. Al sumergirnos en esas grandes bases de datos es probable que descubramos en ellas historias ocultas que afecten o sean de interés público. También es probable que a alguien con poder le convenga que esa información permanezca oculta.
Tradicionalmente, las unidades de investigación estaban o están conformadas solo por periodistas. Las unidades de periodismo de datos en cambio son multidisciplinarias, en ellas hay ingenieros, programadores, diseñadores interactivos y también periodistas, con bagaje en investigación, pero también con conocimientos de estadística, minería de datos, técnicas de análisis de datos y habilidades en manejo de programas informáticos.
¿Se pueden encontrar y contar historias sólo a partir de bases de datos?
Al periodismo de datos como otros tipos de periodismo lo mueve la observación de un hecho, algo que nos despierta curiosidad y genera una ola de preguntas.
Cuando eso ocurre buscamos bases de datos que nos ayuden a hallar respuestas, lo más profundas posibles, a nuestras interrogantes. En ese proceso, a menudo, descubrimos otras historias que pueden tener igual o mayor valor que la inicial. Sí se pueden encontrar decenas de historias en bases de datos.
A la hora de contarlas mi recomendación es que lo hagan siempre buscando el ángulo humano de esos datos. Recordar que detrás de cada dato hay, por ejemplo, personas sufriendo por la violencia, la muerte de algún familiar o una enfermedad.
¿Diferencias de hacer periodismo de datos desde medios tradicionales y medios nativos digitales?
Desde el punto de vista operativo, la diferencia radica en que, en un medio tradicional, la edición de papel sigue siendo medular y debo pensar en ella, en el diseño y redacción, como también lo hago para crear una versión en la web, para móvil y contenidos para redes sociales.
Desde el punto de vista cultural creo que los medios nativos digitales son más ágiles para adaptarse a los cambios, menos resistentes para innovar, hay menos gente tomando decisiones y eso ayuda a agilizar los procesos.