La dieta que elegimos y cuántos alimentos aprovechamos o desperdiciamos es crucial para tratar de mantener el calentamiento global en raya y que el planeta no rebase un aumento de la temperatura de 1,5 grados.

La dieta que elegimos y cuántos alimentos aprovechamos o desperdiciamos es crucial para tratar de mantener el calentamiento global en raya y que el planeta no rebase un aumento de la temperatura de 1,5 grados.
La industria alimentaria contribuye al cambio climático mucho más de lo que se creía. Las emisiones derivadas de la producción mundial de alimentos podrían incrementar la temperatura global a 1,5°C a mediados de siglo y casi 2°C a finales del mismo, incluso si las emisiones de los combustibles fósiles terminaran inmediatamente.
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