¡No enviés residuos orgánicos a la basura!
Según el Ministerio de Salud, el 52% de todos nuestros residuos, son materia orgánica, por lo que todo lo que hagamos para que los restos orgánicos sean tratados en casa y no llegue a los rellenos sanitarios, es clave para reducir la producción de GEI que se genera al combinar residuos orgánicos con inorgánicos.
Y ahí, entra el compostaje como clave de la transformación. El compostaje es un proceso natural de descomposición de materiales orgánicos que, posteriormente, podremos incorporar como abono orgánico para facilitar la regeneración natural de los suelos y así, le damos un valor agregado a un recurso que de otra manera, aportaría a la generación de GEI.
Antes de iniciar un proceso de compostaje, es fundamental hacer un uso eficiente de los alimentos y de productos orgánicos, es decir, hay que evitar al máximo el desperdicio, esto lo logramos al solo comprar y cocinar lo necesario.
Para el compostable vas a necesitar: cáscaras de frutas, de vegetales y de huevos, restos de comida, servilletas, pasto seco picado, café molido seco, entre otros materiales orgánicos.
Y entonces, ¿qué pasa cuando ya separé ese tipo de materiales del resto de los residuos? Hay distintas formas de generar compost y todo depende de las condiciones que tengás.
La más común es la caja compostera. En caso de que contés con un patio o un espacio similar en casa, podés optar por gestionar tu residuos en un cajón, solo necesitás un lugar con sombra y seco.
En la siguiente infografía te resumimos el proceso, para que, este fin de semana, pongás manos a la obra y lo intentés.