Reinventándose sin etiquetas: La vida sexual y afectiva plena después de los 50

Reinventándose sin etiquetas: La vida sexual y afectiva plena después de los 50

Por: Karol Quesada Noguera

Edición: Hassel Fallas

13 de mayo de 2023

Fotos: https://www.freepik.com/

“Cuando cumplí 50 años empecé a sentir toda esta presión social relacionada con el envejecimiento, con la idea de que mi vida tenía fecha de caducidad. Automáticamente me dijeron: “ya no podés hacer esto o aquello”. “Eso no es de una señora de tu edad, ubicáte”, y claro, la vida sexual y afectiva no está fuera de estos estereotipos”.

Este testimonio lo cuenta Teresita Carvajal (59 años), una costarricense que se ha revelado contra las etiquetas de la edad y ha decidido tener una vida plena, en todo sentido.

Por ejemplo, Teresita practica, desde hace década y media, karate (Tang Soo Do, un arte marcial de origen coreano) que la llevó a competir -hace cuatro años- en un campeonato mundial. Sin embargo, su pasión y persistencia por el deporte no estuvo exenta de los comentarios prejuiciosos de gente que, por su edad, le decía: “¿qué estás haciendo?, ¡ya no estás para eso, te van a golpear!, ¡te van a quebrar y eso es una locura menopáusica!, ¿qué es eso de andar descalza con una pijamita por ahí”.  

Carvajal decidió echar todos esos comentarios en un saco roto y cuestionándolos decidió seguir reinventándose en esta nueva etapa de su vida. En ese camino conoció del Centro de Investigación y Promoción para América Central de Derechos Humanos (CIPAC), donde recientemente participó del proyecto “Sí Contamos”, que consiste en una serie de cursos enfocados en personas mayores de 50 años, que desean información, visibilización y reconocimiento de que su vida sexual y afectiva no tiene fecha de caducidad.

“En Sí Contamos las personas asistentes aprenden que la sexualidad transciende el fin reproductivo, de tener hijos e hijas, y se perpetúa para toda la vida porque la sexualidad es la forma en que nos interrelacionamos, incluyendo características biológicas, psicológicas y sociales. La sexualidad la entendemos como algo integral”, explica Mariangel Matamoros, promotora educativa del CIPAC.

Liberándose de la violencia doméstica y religiosa

Para Clemencia Rodríguez (60 años), estos cursos también llegaron en un momento clave de su vida, cuando, después de experimentar violencia doméstica y religiosa en su matrimonio, emprendió el camino para recuperar su libertad y autonomía.

Soy administradora de empresas. Me casé muy joven y tuve 10 hijos. Mi vida llegó a ser, prácticamente, administrada por terceras personas que me cargaban de culpas. Me había despersonalizado absolutamente, no era libre. Un día, mientras caminaba por San José vi que, en una librería chiquitita, había un librito que hablaba de violencia doméstica y religión. Lo compré y lo leí a escondidas: en el baño o mientras los demás dormían. ¡Me identifiqué mucho con lo que leí! Empecé a encontrarme y a sentirme cómoda conmigo. Luego, tomé la decisión de separarme y de ayudar a otras mujeres que pasaban lo que yo. Cuando me hice cargo de mi libertad conocí del programa del CIPAC”, narra Teresita.

En el Centro, Teresita halló a muchas otras personas que, como ella, buscaban reencontrarse consigo mismas y legitimar, de nuevo, su sexualidad al reconocer sus deseos, derechos y necesidades. Y a la vez, respetando los de otras personas, sin discriminar por su identidad de género u orientación sexual.

La sexualidad a mí se me vendió con el fin de la reproducción y el de complacer al marido. Ahora sé que, en realidad, es un proceso mucho más profundo de lo que me enseñaron. La sexualidad conlleva ir más allá de una mera relación sexual, implica intimidad, una gran intimidad emocional, una gran capacidad para compartir, para establecer un diálogo, para compartir vivencias, emociones y experimentar. Con la edad, la cultura impone estigmas terribles, especialmente a las mujeres, en los años avanzados. Si los escuchás, esos estigmas te van apagando, privándote de todo”, relata Rodríguez.

Botar arraigados estereotipos

Justamente, ese castigo y represión social que pesa sobre las personas que, después de los 50 años, expresan sus necesidades sexuales y afectivas brotó en un estudio del CIPAC que documentó algunas de las frases hirientes y estereotipadas que la sociedad profiere:

“Viejo verde, vieja alegre, debería estar tejiendo escarpines en vez de estar buscando novio. En vez de estar haciendo amigos y saliendo a pasear, a fiestas, debería estar cuidando los nietos”, resumió Ivonne Zelaya, coordinadora de “Sí contamos”.

Todos esos falsos prejuicios están presentes tanto en los hogares de estas personas como en los servicios públicos a los que acceden. El estudio del CIPAC reveló que las instituciones que prestan servicios a las personas mayores de 50 años, casi en su totalidad, están divorciadas de sus necesidades de información sobre la sexualidad y derechos sexuales. Asumen que solamente deben atender dolencias físicas generales.

Sin embargo, según el CIPAC, es responsabilidad indelegable del Estado velar por la protección de los derechos a la salud sexual y reproductiva de toda la población.

Para tratar de solventar esos vacíos, en el proyecto “Sí Contamos” se crearon seis cursos virtuales enfocados en tres temas específicos:

  • Las sexualidades y su visibilización en personas mayores de 50 años
  • Los derechos sexuales y reproductivos de las personas y cómo defenderlos
  • Educar para el riesgo y la prevención del VIH y otra infecciones de transmisión sexual.

Los asistentes han sido, principalmente, personas de la Gran Área Metropolitana de Costa Rica, sin embargo, la necesidad de este tipo de contenidos trascendió fronteras y también se inscribieron personas del resto de Centroamérica y Suramérica.

El mensaje es: sí, mi sexualidad cuenta, desde mi misme, desde mi piel, desde lo que siento, desde el deseo, desde el disfrute y mi sexualidad con otres. Creo fervientemente que el cambio principal tiene que venir desde adentro, desde la información, desde la comunicación, desde el compartir abiertamente”, concluye Teresita.

Si usted desea conocer más del CIPAC y del proyecto Sí contamos, puede visitar su sitio web o bien acceder a sus contenidos desde el siguiente canal de Youtube.

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