Durante siglos la humanidad se habituó a vivir en un planeta con un clima bastante predecible. Casi con exactitud de reloj suizo sabíamos cuándo iniciaba y terminaba una estación. Cuándo, dependiendo de la posición de la Tierra respecto del Sol, hacía más calor, más frío, llovía o se secaban los ríos. Con base en esos comportamientos se estableció la agricultura y, en general, las formas de vida del mundo.
Sin embargo, desde mediados del siglo pasado, el clima se ha vuelto más propenso a llenarnos de incertidumbre: en algunos meses llueve más y con más intensidad de la que estábamos acostumbrados; en otros el calor es más elevado, con temperaturas extremas e incendios forestales que nos asombran. En consecuencia, las catástrofes relacionadas con el clima se han vuelto más frecuentes y devastadoras.
En medio de esos escenarios de incertidumbre es cada vez más frecuente que desde la Ciencia se responsabilice al cambio climático de distorsionar los patrones que durante cientos de años creímos pronosticables y hasta inmutables.
¿Qué es el cambio climático? ¿Por qué es tan malo? ¿Es realmente culpable de todas las debacles meteorológicas y humanas que se le achacan? ¿Cómo tienen certeza los científicos de que el cambio climático es provocado por las personas? ¿Qué evidencia, observada y razonable, lo sustenta?
La Data Cuenta conversó con la doctora Ruth Cerezo Mota – investigadora mexicana en climatología, modelación y cambio climático- para responder a estas interrogantes bajo el tamiz del análisis de datos y la visualización de cuatro indicadores clave e interrelacionados que arrojan luz sobre el reto que el cambio climático representa para la vida.