La gestión municipal de residuos aún flaquea
Cuando hablamos de cambio climático y su relación con el manejo de los residuos, las municipalidades son protagonistas indiscutibles porque uno de sus servicios vitales es la gestión de residuos sólidos. Una recolección de residuos responsable es fundamental para mitigar los gases de efecto invernadero (GEI).
Sin embargo, el tratamiento inadecuado de los desechos sólidos produce más de 1,2 millones de toneladas de GEI al año en Costa Rica. Es decir, el 56% del total de emisiones del sector de residuos.
Para cambiar esa realidad, las munis deben hacerse más eficientes para recolectar y dar tratamiento a los residuos que se producen en cada casa, en los comercios y en toda la comunidad. Pero, en ese proceso unas avanzan más rápido que otras.
En Costa Rica, los gobiernos locales dan, básicamente, dos tipos de servicios: el de recolección de residuos ordinarios y el selectivo.
- Recolección de residuos ordinarios: son de origen principalmente domiciliario o que provienen de cualquier otra actividad comercial, de servicios, industrial, limpieza de vías y áreas públicas. Dentro de esta definición se incluyen: cáscaras, restos de comidas y bebidas, residuos de jardín y chapea, así como cartón, plástico y desechos sanitarios.
- Recolección selectiva: El servicio permite la separación de residuos orgánicos e inorgánicos, que se pueden reciclar y sean valorizables. Por ejemplo, papel y cartón, plásticos, metales, vidrio y envases tetrapak.
En ambos servicios existen amplias brechas entre un municipio y otro. Por ejemplo, en el servicio de recolección de residuos ordinarios, los gobiernos locales solo cubren al 88% del país. Esto obliga a los habitantes de 87 de los 488 distritos excluidos del país, a recurrir a prácticas inadecuadas como quemar los residuos, botarlos en lotes baldíos, tirarlos a los ríos o mares. Guanacaste y Limón son las provincias donde más se tambalea el servicio.