El mono araña, único primate no humano y especie en peligro de extinción en El Salvador, enfrenta la escasez de alimentos en los bosques de la Bahía de Jiquilisco, Usulután, debido al impacto del cambio climático. Sequías prolongadas y plagas han agravado su supervivencia, obligando a la especie a modificar su dieta, competir por recursos y buscar frutos en zonas pobladas. Pese a su importancia ecológica, las acciones de conservación del Gobierno y la información disponible sobre esta especie permanecen desactualizadas.
