El cambio climático añade meses de calor extremo en América Latina

Entre mayo de 2024 y mayo de 2025, el año más caluroso jamás registrado, millones de personas vivieron días de calor que no habrían existido sin las emisiones humanas. El impacto fue más severo en quienes tienen menos recursos para enfrentarlo: mujeres, personas mayores, trabajadores y comunidades empobrecidas.

Análisis y diseño de datos: HasselFallas

Publicado: 02 de junio de 2025

Durante el último año, el calor extremo no dio respiro. En México, 51 días sofocantes se sumaron al calendario como resultado directo del cambio climático. En Costa Rica fueron 72 y en Argentina, 22. Son días que, sin el calentamiento global provocado por la enorme cantidad de gases de efecto invernadero que emite la humanidad, muy probablemente no habrían ocurrido.

Esa realidad no es exclusiva de la región, el cambio climático intensificó el calor en todo el mundo entre el 1 de mayo de 2024 y el 1 de mayo de 2025 —periodo que marcó el año más caluroso de la Tierra jamás registrado—.

Así lo revela un nuevo análisis global publicado para el Heat Action Day 2025, desarrollado por Climate Central, World Weather Attribution y la Cruz Roja Climática. El estudio calculó que cerca de 4 mil millones de personas —la mitad del planeta— vivieron al menos un mes extra de calor extremo entre mayo de 2024 y mayo de 2025.

El cambio climático ya está aquí y es devastador. Con cada barril de petróleo quemado, cada tonelada de dióxido de carbono liberada y cada fracción de grado de calentamiento, las olas de calor afectarán a más personas

Friederike Otto

Climatóloga alemana del Imperial College London

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¿Qué es un “día de calor extremo”?

No se trata solo de que haga mucho calor. Los científicos definen un día de calor extremo como aquel en el que la temperatura supera el percentil 90 de las temperaturas registradas en un lugar entre 1991 y 2020. Es decir, un día más caluroso que el 90% de lo vivido en esa región en las últimas tres décadas.

No hay una temperatura fija para todos: calor extremo en Buenos Aires, Argentina, no es lo mismo que en San Pedro Sula (Honduras) o Hermosillo, en Sonora, México, porque depende del clima histórico de cada sitio. Lo que sí tienen en común estos días es que ponen en riesgo la salud, la infraestructura y la vida cotidiana.

Infografía

Calor extremo, país por país: ¿cuánto sumó el cambio climático?

Visualiza y compara los días de calor extremo que experimentaron distintos países en el último año, y descubre cuántos de ellos fueron provocados por el cambio climático.

¿Qué significa “días añadidos de calor extremo por el cambio climático”?

No todo el calor que sentimos tiene la misma causa. Para saber qué parte se debe al cambio climático, los científicos compararon dos mundos posibles.

Por un lado, analizaron el clima real, con los gases de efecto invernadero que hemos emitido durante décadas. Por otro, crearon un modelo de cómo habría sido el mismo año sin emisiones humanas: sin autos de gasolina, sin industrias contaminantes, sin deforestación masiva.

Al comparar ambos escenarios, pudieron ver cuántos días de calor extremo no habrían ocurrido si no estuviéramos calentando el planeta. Esa diferencia son los “días añadidos por el cambio climático”. Son jornadas de calor que antes eran raras —y ahora son parte del nuevo clima.

Esa información la vivieron en carne propia millones de personas en el planeta. En El Salvador, por ejemplo, el calor extremo fue la norma. Entre mayo de 2024 y mayo de 2025, la gente vivió 113 días sofocantes. Pero si el cambio climático no existiera, habrían sido solo 8. Es decir, el calentamiento global añadió 105 días de calor que alteraron la vida cotidiana, la salud, el trabajo y hasta el sueño de miles de personas.

En Guatemala, la situación fue aún más dura: 122 días de calor extremo en un solo año. En un mundo sin emisiones humanas, esa cifra habría sido de apenas 27. El cambio climático sumó 95 días más de temperaturas anormales. 

Ecuador no se quedó atrás. Vivió 105 días de calor extremo, cuando sin cambio climático solo habrían sido 12. Es decir, 93 jornadas adicionales de calor.

No hay un lugar en la Tierra que no haya sido alcanzado por el cambio climático y el calor es la consecuencia más mortal

doctora Kristina Dahl

El calor extremo ya afecta la salud, el descanso y la vida diaria de millones. Mujeres, personas mayores, trabajadores y familias con pocos recursos enfrentan los mayores riesgos en un mundo que se calienta cada vez más.. Imágenes generadas con IA

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¿Por qué importa?

Porque las consecuencias son muy reales. Más allá del termómetro, el calor extremo enferma, empobrece y pone vidas en riesgo. Su impacto no es parejo: son las personas más vulnerables quienes lo sufren más y quienes tienen menos herramientas para enfrentarlo.

Adultos mayores, personas con enfermedades crónicas, mujeres embarazadas, niños pequeños y comunidades con pocos recursos están en la primera línea del impacto. El calor extremo agrava problemas cardíacos, causa dificultades respiratorias y puede provocar muertes prematuras. En zonas rurales, arrastra cultivos, reduce la disponibilidad de agua y golpea la producción agrícola.

En las ciudades, la falta de vivienda adecuada o acceso a refrigeración convierte el calor en una amenaza constante. Trabajadores al aire libre, o en interiores sin ventilación, enfrentan riesgo de deshidratación, agotamiento físico y pérdida de ingresos. Incluso dormir se vuelve difícil. Y cuando se acumulan varios eventos extremos —como olas de calor combinadas con sequías— se desencadena una cadena de efectos que debilita el sistema entero: salud, energía, transporte, economía, convivencia.

El informe advierte que, si no se toman medidas urgentes, estos días de calor extremo seguirán aumentando —y sus efectos también.

Sabemos exactamente cómo detener esto. Debemos dejar atrás los combustibles fósiles y rediseñar nuestras ciudades y sistemas para resistir mejor el calor

Friederike Otto

Climatóloga alemana del Imperial College London

Infografía

Los países donde el calor ya no da tregua

Este ranking muestra los 10 países y territorios que vivieron la mayor cantidad de días de calor extremo provocados por el cambio climático entre mayo de 2024 y mayo de 2025. En algunos lugares, fueron casi seis meses de temperaturas anómalas. La mayoría son pequeños estados insulares o países con baja capacidad de adaptación.

No todos los países sufren igual

El impacto del calor extremo no se distribuye de manera equitativa. Aunque las grandes potencias son responsables de la mayoría de las emisiones, los países más golpeados por el calor añadido por el cambio climático son, en su mayoría, pequeños estados insulares y naciones tropicales vulnerables.

En el top global destacan nombres como Micronesia, Barbados, Dominica, Nauru, Palau y Granada. Todas comparten una misma condena: ubicadas en zonas tropicales, con infraestructura limitada y baja capacidad de respuesta, enfrentan entre 140 y 155 días de calor extremo añadido. Es decir, casi la mitad del año.

Estos hallazgos no solo revelan la urgencia de reducir emisiones, sino también de redistribuir recursos globales para la adaptación. Porque mientras en algunas ciudades el aire acondicionado salva vidas, en otras regiones el calor ya no da tregua, y la adaptación no es una opción: es una deuda pendiente.

Los científicos coinciden en que los planes de acción contra el calor funcionan: sistemas de alerta temprana, refugios climáticos, cambios en los horarios laborales, techos reflectantes y campañas de hidratación pueden salvar vidas. Pero también exigen una transformación estructural: justicia climática, infraestructura adaptada y una transición energética profunda.

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