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Reportajes especiales

Una de cada cuatro madres víctimas de femicidio en Costa Rica dio a luz en la adolescencia

Según análisis de La Data Cuenta
con datos de casos ocurridos entre 2016 y 2022

Análisis y diseño de datos: HasselFallas

Publicado: 02 de mayo de 2023

En contexto: La entrevista

"El Estado ha normalizado, desgraciadamente, la violencia contra las mujeres y las niñas"

Rose Mary Madden, miembra de la Red Feminista contra la Violencia hacia las Mujeres Costa Rica

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Estos datos, el hecho de que una de cada cuatro madres asesinadas en un femicidio en Costa Rica haya dado a luz en la adolescencia, ¿qué nos dicen de la forma en que el Estado, la sociedad atiende la violencia contra las mujeres?

«El Estado ha normalizado, desgraciadamente, la violencia contra las mujeres y las niñas. Si bien es cierto, en el Código Penal se establece que siempre será una violación el embarazo de una niña menor de 13 años, las de 14 a 17 años siguen siendo muy jóvenes, con una muy alta dependencia de personas adultas y, además, sus cuerpos no están preparados para estos tipos de embarazos.

Habría que buscar cuántos procesos penales, por el embarazo de esas adolescentes que luego fueron asesinadas, se abrieron, porque, en esos casos, o hubo una violación o una relación impropia. Cualquiera de las dos circunstancias siempre es un delito.

La deuda del Estado costarricense y de todas las instituciones y de todas las ciudadanas y ciudadanos costarricenses o viviendo en Costa Rica es acompañar y dar seguimiento a la denuncia. No me pueden decir a estas alturas del partido que si una médica se da cuenta de que una niña o una adolescente está embarazada, una trabajadora social diga que eso “es común y normal en las zonas rurales”.

Acá estamos hablando de relaciones sexuales impuestas a estas niñas y adolescentes mediante la violencia, manipulación, la amenaza de “si usted dice algo, mato a su mamá”, por ejemplo. Esta situación en la que las mujeres, niñas y adolescentes están en vulnerabilidad porque viven con hombres que creen que, porque aportan arroz y frijoles a la casa están en el derecho de violentarlas sexualmente a todas.

Creo que esos contextos traen como resultado los datos que está presentando (La Data Cuenta) sobre los femicidios de mujeres que se convirtieron en madres siendo adolescentes».

 

¿En qué está fallando el Estado a la niñez a las adolescentes?

«El país necesita incrementar los presupuestos para proyectos de carácter social relacionados con las y los adolescentes, tanto en salud como en educación. Pero, por otro lado, cuestionar la idoneidad de proyectos como aquellos que dan subsidios económicos a madres adolescentes, porque, en mi criterio, podrían ser contraproducentes. Yo los pongo en duda porque ¿hasta qué punto podrían convertirse en un aliciente para que estos tipos de embarazos en adolescentes se den, se justifiquen en el marco de la pobreza, como una alternativa? Es un arma de doble filo.

El Ministerio de Educación Pública tiene toda la responsabilidad de dar una educación sexual verdadera, quitando cualquier sesgo religioso al respecto, acompañando adecuadamente a cada persona adolescente, procurando que estén libres de embarazos y de enfermedades de transmisión sexual. Pero por el prejuicio que existe sobre la sexualidad tenemos resultados como estos de los que estamos conversando. Necesitamos una educación sexual efectiva. No cargada ni matizada por cuestiones morales y religiosas.

La realidad es que nuestras adolescentes o son violadas, o tienen una relación impropia o tienen una relación sexual con el resultado de un embarazo no deseado.

Es necesario que haya presupuestos, pero también actualizaciones, capacitación de médicos, psicólogas, trabajadoras sociales, abogados para que aporten a una educación sexual eficaz y eficiente porque de lo contrario vamos a seguir colaborando como profesionales y sociedad a que esta situación siga ocurriendo.

Nos rasgamos las vestiduras cuando ocurren casos como los de la menor de 13 años y su bebé de 9 meses cuando la realidad es que hay muchos más casos. Yo me pregunto: ¿dónde están los responsables, están imputados, están detenidos, se abrieron los expedientes respectivos para la denuncia penal respectiva? El problema es que nos estamos tirando la pelota de la responsabilidad unos a otros».

 

Respecto de las condenas de femicidios, ¿cómo valora la impartición de justicia y sentencias en estos casos?

«El problema que tenemos es que muchos de estos femicidios terminan siendo calificados como homicidios simples por las fiscales y fiscales. Hay que hacer un análisis de la política criminal y de las decisiones de los jueces para establecer condenas tan bajas por estos crímenes que son muy violentos, con alevosía, donde el victimario se ensaña horriblemente con el cuerpo de la mujer. Pero para la Justicia, la vida de esa mujer valía 14 años o menos de cárcel.

Tenemos una situación con muchas consecuencias para la que hay sentencias muy cortas para responder a delitos muy graves. El reflejo son los resultados que usted encontró en los datos. Da tristeza la sentencia de muchos de esos casos porque no reivindica ni es un elemento ejemplarizante para los posibles feminicidas, para que se detengan en su intención de matar mujeres.

En el fondo, el mensaje que envía el Estado y la sociedad es que la vida de las mujeres, las niñas y las adolescentes, integralmente, no importa».

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