¿Qué te hace sentir el cambio climático? ​

Jóvenes convierten la frustración en esperanza

Diego Arguedas

“La cobertura periodística del cambio climático produce frustración y soledad. Es el tema más importante de la historia, pero no se le presta la atención que merece. Sin embargo, he decidido que mi grano de arena es hacer un buen trabajo como periodista, verificar la información, cuestionar al poder y cuidar mi salud mental, porque una persona quemada no le sirve a la acción climática”

Diego Arguedas

32 años. Gerente de la Red de Periodismo Climático de la Universidad de Oxford, Reino Unido

Jimena Araya

“Durante mi adolescencia y en la universidad estaba muy enojada por la destrucción de la biodiversidad. Creía que a la gente no le importaba el cambio climático. Esas emociones cambiaron cuando entendí que no podía luchar sola contra el mundo. Gracias al activismo ambiental superé ese enojo y entendí que hay muchísima gente tratando de hacer la diferencia”

Jimena Araya

24 años, forma parte de la Red de Juventudes y Cambio Climático de Costa Rica

Jorge Arroyo

“En el mundo hay muchos problemas y me siento afectado por ellos, pero ninguno me causa más ansiedad que el cambio climático. Pero no todo está perdido, debemos poner todos los esfuerzos en lo que podemos salvar, como los ecosistemas, que son nuestro mayor activo. Vale la pena dar esta lucha por el medio ambiente y exigir cambios.

Jorge Arroyo

26 años, biomatemático investigando cómo restaurar ecosistemas marinos en Universidad de California en Davis, Estados Unidos

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Periodista: María Laura Molina

Diseño e ilustraciones: Olga Cajina

Edición y coordinación general: Hassel Fallas

Publicado: 18 de julio de 2022

“De pronto, caigo en cuenta de lo gigantesco que es este reto del cambio climático y la inercia que tiene todo el sistema mundial energético, político y económico para encararlo. Además, de lo diminuto que es uno y lo solo que me siento en una sala de redacción donde muy poca gente está pensando en el tema.” 

Así describe Diego Arguedas lo que sintió en uno de los días más críticos que ha tenido como periodista climático, justo cuando se publicó el Informe Especial sobre Calentamiento Global de 1,5 °C del Grupo Inter­gubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) en el 2018, el reporte que describe qué sucedería con el planeta y los seres vivos si la temperatura global sobrepasa los 1,5 °C de calentamiento global.

Diego se sentía frustrado porque quienes tenían el poder no estaban tomando la decisiones correctas, no estaban prestando atención al tema. A la decepción que sentía se sumaba la de constatar que, aunque el cambio climático es el tema más importante de la historia, en los medios no se le daba -no se le da todavía- la atención y el tiempo que merece.

En aquél momento, el periodista estaba en la cúspide de una montaña rusa de emociones que iban del miedo a la tristeza, de la culpa a la vergüenza y al enojo. Emociones que, a lo largo de los años, se han manifestado no solo en la vida de Diego y su cobertura climática sino en la de quienes investigan las consecuencias del calentamiento global para la humanidad y también en la de cualquiera otra persona que se preocupa por su futuro y el de su hogar. 

Una de estas personas es Jorge Arroyo, de 26 años, un futuro doctor en biomatemática aplicada cuyas dos preocupaciones esenciales se centran en cómo la crisis climática pone en riesgo a su propia familia en Costa Rica  y a los bosques marinos de Kelp o de algas que estudia en la Universidad de California en Davis, Estados Unidos.

Para Jorge es motivo de angustia e incertidumbre que la zona sur de Costa Rica, donde habita su familia, sea cada vez más proclive a las inundaciones porque las lluvias ahora son más copiosas e intensas que en el pasado; un efecto directo de las variaciones abruptas de la temperatura. También le entristece que, por esa misma causa, los bosques de algas estén desapareciendo en el planeta y, con ello, el  vital equilibrio de la vida en los océanos. 

Al cúmulo de todas esas sensaciones que personas como Diego y Jorge experimentan se le conoce como ansiedad climática, ecoansiedad o angustia climática. El uso de uno u otro término depende de si quien lo emplea es activista o se dedica a la psicología. Lo explicamos en el recuadro adjunto. 

¿Qué es esto que siento?

 Ecoansiedad? Se define como un temor crónico a sufrir una catástrofe ambiental que genera emociones como nerviosismo, miedo,  preocupación, desesperación, culpa, entre otras. Así la define la Asociación Americana en Psicología (APA por sus siglas en inglés).

Ansiedad climática: Se trata de una reacción que alerta de un peligro y tiene implicaciones en la salud física y mental, explica un estudio publicado en la revista The Lancet Planetary Health. El término suele relacionarse con emociones como: la preocupación, el miedo, la ira, el dolor, la desesperación, la culpa y la vergüenza, así como la esperanza; emociones que varían entre los individuos. Sin embargo, la investigadora Britt Wray recomienda no usarlo porque, como patología, un trastorno de ansiedad se funda en un miedo irracional, mientras que el miedo que generan las consecuencias del cambio climático se basan en hechos reales y palpables para las personas.

Angustia climática: Se relaciona con los sentimientos de conmoción, miedo, ira, dolor, pena, culpa y vergüenza que a menudo abruman a las personas ante la crisis climática. Se consideran reacciones naturales para comprender una realidad difícil de encarar, según la psicoterapeuta Rosemary Randall.

Independientemente de cómo se le llame: angustia, ansiedad o ecoansiedad, lo cierto es que todas esas emociones derivadas del cambio climático, tienen efectos en la mente y el cuerpo de las personas que las padecen. Así lo dejó en evidencia esta investigación que resumimos en la siguiente infografía.

Ansiedad climática afecta a 3 de cada 5 jóvenes

Vulnerables ante el calentamiento global

Data-angustia

El cambio climático tiene implicaciones importantes para la salud y el futuro de las personas jóvenes, sin embargo, ellas perciben que tienen poco poder para limitar su daño, lo que les hace vulnerables a la ansiedad climática. Así lo evidencia la primera encuesta que, sobre este tema,  realizó  la Universidad de Bath -Reino Unido- entre 10 mil jóvenes en 2021. En los siguientes gráficos hallará las emociones y reclamos más frecuentes hechos por los entrevistados a sus gobiernos.

Ficha de la encuesta

  • Personas entrevistadas: 10 mil
  • Países participantes: Australia, Brasil, Finlandia,
    Francia, India, Nigeria, Filipinas, Portugal, Reino Unido y EE. UU.

¿Qué sientes por
el cambio climático ?

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¿En qué te hace pensar
el cambio climático?

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Tengo dudas de tener hijos

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Me da miedo el futuro

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Mi familia está en peligro

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Le fallamos al planeta

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Ansiedad climática afecta a 3 de cada 5 jóvenes

Vulnerables ante el calentamiento global

Data-angustia

El cambio climático tiene implicaciones importantes para la salud y el futuro de las personas jóvenes, sin embargo, ellas perciben que tienen poco poder para limitar su daño, lo que les hace vulnerables a la ansiedad climática. Así lo evidencia la primera encuesta que, sobre este tema,  realizó  la Universidad de Bath -Reino Unido- entre 10 mil jóvenes en 2021. En los siguientes gráficos hallará las emociones y reclamos más frecuentes hechos por los entrevistados a sus gobiernos.

Ficha de la encuesta

  • Personas entrevistadas: 10 mil
  • Países participantes: Australia, Brasil, Finlandia,
    Francia, India, Nigeria, Filipinas, Portugal, Reino Unido y EE. UU.

¿Qué te hace sentir el
cambio climático ?

La barra en color rojo representa el porcentaje de jóvenes que respondieron sí a la pregunta

Tristeza

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Optimismo

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Ansiedad

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Indiferencia

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Enojo

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Fuente: Climate anxiety in children and young people and their beliefs about government responses to climate change: a global survey, 2021

¿En qué te hace pensar el cambio climático?

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Tengo dudas de tener hijos

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Me da miedo el futuro

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Mi familia está en peligro

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Le fallamos al planeta

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Fuente: Climate anxiety in children and young people and their beliefs about government responses to climate change: a global survey, 2021

En relación al cambio climático, ¿creo que mi gobierno...?

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Toma en serio el tema

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Intenta evitar una catástrofe

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Descarta nuestra angustia

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Actúa con base en la ciencia

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Falla a los jóvenes

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Miente sobre sus acciones

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Fuente: Climate anxiety in children and young people and their beliefs about government responses to climate change: a global survey, 2021

  • Encuesta
  • emociones
  • pensamientos
  • acciones

Transformar el enojo y el miedo en acción a favor del planeta

Jimena Araya, comunicadora social de 24 años, recuerda que desde su adolescencia sentía tristeza y enojo cada vez que escuchaba o leía que la biodiversidad estaba en riesgo por la acción humana. Esas emociones y la impotencia la acompañaron por muchos años y se incrementaron cuando llegó a la universidad. 

“Estaba muy enojada, sentía que todo era un desastre  y que ya no había nada que hacer. Creía que a la mayoría de la gente no le importaba y que, aunque otras personas actuaran, la responsabilidad más grande estaba en las grandes empresas” cuenta Jimena.

Aunque estaba desolada, Jimena quería hacer algo para transformar su frustración en acciones climáticas. En ese camino de búsqueda comprendió que su furia y el miedo podrían aminorarse si se aliaba con otras personas que se sentían igual.

“Por medio del activismo ambiental logré superar ese enojo y entendí que hay muchísima gente que se está moviendo para hacer la diferencia. Aunque las petroleras sigan existiendo, por ejemplo, hay gente que está resistiendo. A lo mejor están enojadas, pero ese enojo las impulsa a hacer y a exigir cambios”

Jimena Araya

Actualmente, Jimena forma parte de la Red de Juventudes y Cambio Climático de Costa Rica y trabaja como comunicadora en Diwö Ambiental, una organización que promueve un desarrollo regenerativo que aborde el cambio climático y mejore la calidad de vida de las personas.

Al igual que Jimena, con el tiempo Diego aprendió a canalizar su ansiedad o angustia haciendo el mejor periodismo climático que le sea posible. También recordando que la lucha contra el calentamiento global es de todas las personas.

“Me encargo de contar las mejores historias climáticas, de entrevistar a las mejores personas, de verificar la información y de cuestionar al poder. Es lo que aporto como periodista. Después, la persona ingeniera, abogada o de cualquier otra profesión, se encarga de su área. Se trata de confiar en esa masa colectiva porque yo no puedo hacerlo todo ni el periodismo puede hacerlo todo”

Diego Arguedas

Antes de mudarse al Reino Unido, Diego también dejó un importante legado en Costa Rica: la creación del suplemento Ojo al Clima, del Semanario Universidad de la Universidad de Costa Rica (UCR). Este proyecto, aliado de La Data Cuenta, brinda información científica y noticiosa sobre los cambios que experimenta la Tierra, así como distintas iniciativas para mantenerla a salvo.

Una lucha que merece darse

Diego, Jimena y Jorge reconocen que la batalla climática merece todo su empeño y esfuerzo. Sin embargo, advierten que el camino para cambiar los temores climáticos en acciones a favor del planeta no está exento de altibajos. En ocasiones, las personas que los enfrentan se sentirán solas o abrumadas. Por eso insisten en tener en cuenta dos cosas: 

  • Crear comunidad para apoyarse y sobrellevar la incertidumbre y la preocupación. “El cambio climático es como una gran piedra, si muchas personas la sostienen, no aplastará a nadie. Si muchas más personas se suman pueden llegar a tirarla y dejará de ser una carga”, aconseja Jimena.
  • Cuidar la salud mental para que el tema no las consuma porque “la gente quemada no le sirve a la acción climática”, insiste Diego.

También es importante que cada persona reconozca los alcances y límites de lo que puede hacer. “Hay que ser estratégico, preguntarse cuáles de mis acciones generan más emisiones y cómo reducirlas. En mi caso son: los vuelos en avión y el consumo de carne, que he tratado de disminuir”, recomienda Arguedas.

En ese sentido, Jorge recomienda tener en cuenta que, aunque las acciones personales son vitales, no todas las personas tienen los recursos y posibilidades de llevarlas a cabo.  Además, considera que las decisiones que vienen desde los grupos de poder políticos y empresariales son las que pueden generar cambios estructurales y a gran escala. 

“Esta es una lucha que vale la pena tener. Vale la pena exigir cambios y defender el medio ambiente. No todo está perdido y más allá de enfocarnos en qué ha desaparecido, debemos poner todos los esfuerzos en lo que podemos salvar. A quienes no valoran el medio ambiente les digo que piensen que un aumento descontrolado de la temperatura llevaría a la humanidad a perder mucho. En el caso de Costa Rica, nuestros ecosistemas son nuestro mayor activo y debe importarnos a todos preservarlos”

Jorge Arroyo

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