Las redes sociales permiten ampliar el enfoque de la noticia. Medir su alcance, su impacto global o local. Por medio de ellas se puede interactuar con los protagonistas de una historia que está aconteciendo o conseguir más y mejores testimonios e información de la que ya se tenía al alcance por medio de fuentes tradicionales.
Estas plataformas nos están permitiendo obtener historias que, hace 20 años, habría sido casi imposible obtener. Pienso, por ejemplo, en las miles de fotos subidas a Instagram por los afectados por el huracán Sandy en Nueva Jersey o Nueva York el año pasado. Testigos directos y en tiempo real de la magnitud de la catástrofe.
Su uso ayuda al quehacer periodístico porque dan tendencias: Por ejemplo, en la elección presidencial en Estados Unidos en noviembre pasado, Twitter tuvo su propio índice de medición sobre las simpatías de los votantes hacia Obama y Romney.
Con esa información se pueden crear notas, generar debates. Analizar a posterior qué tan fieles fueron los datos arrojados en la red social respecto de los definitivos.
Los periodistas no podemos pasar por alto el impacto de las redes sociales porque:
• Hay 2400millones de usuarios de Internet en el mundo. No se puede minimizar ese gigantesco intercambio de información.
• 1931 millones están en: Facebook, Twitter, Linkedlink, Instagram, Pinterest y Google Plus (redes en orden de más a menos millones de usuarios).
• “Las personas pueden tener conversaciones sobre noticias con otras personas de todo el mundo y ser parte de ella. Es importante para los periodistas ser parte de la conversación y realmente tomar el liderazgo en la difusión de información al mundo a través de las redes sociales”, recomienda Mark Luckie, administrador de contenido creativo para periodistas de Twitter.
• 96 millones de personas vieron los 20 vídeos más populares sobre el terremoto/tsunami de Japón en 2011. Las personas que están detrás de los vídeos en youtube, por ejemplo, son ciudadanos. Es necesario crear redes para involucrar a esas personas y convertirlas en fuentes de información.
• “Los blogueros estadounidenses de izquierdas que investigaron la historia de las declaraciones racistas del senador Trent Lott y los blogueros de derechas que filtraron a la CBS los documentos sobre el historial de George W. Bush en la guerra de Vietnam eran periodistas ciudadanos”, dice Howard Rheingold en el Prólogo del libro Periodismo Ciudadano.
• La gente común puede hacer contribuciones reveladoras, al proporcionar datos sobre hechos desconocidos o al abrir las puertas a bases de datos que contienen registros documentales de invalorable interés para el periodista y hoy están disponibles en línea gracias a ese proceso democratizador en la “posesión” de la información. Sandra Crucianelli.
Las redes sociales son fuente de información, pero no debemos olvidar que nos toca a los periodistas validarla, confirmarla. En la profesión se pueden escuchar chismes o rumores, pero mi muy personal punto de vista, es que uno no los esparce si antes no ha encontrado la verdad que los sustenta- si la hay-.