La incursión de Internet impactó al periodismo como si un meteorito gigante hubiese chocado contra la Tierra. Era inevitable que con su entrada las redacciones se transformaran tanto o más como el modelo de negocio que hasta entonces había imperado en la industria.
El objetivo se cumplió. Al golpear la cabeza del Periodismo como hasta entonces lo habíamos conocido, Internet trajo zozobra a la industria, que entró en crisis pero con ella también surgió la re-evolución en la que vivimos inmersos hoy.
Desde 1994, cuando en Estados Unidos aparecieron las primeras ediciones de periódicos en línea, al fenómeno se le ha llamado de formas distintas: Periodismo en Internet, ciberperiodismo, periodismo en la red. Hoy en día, la forma más conocida de llamarlo en español es Periodismo Digital como en inglés es Online Journalism.
“El advenimiento de Internet ha propiciado en el decenio de 1990 una revolución tecnológica que está modificando por completo los procesos de acceso, elaboración y difusión de la información. El éxito mundial de la Red supone en este sentido el principal factor de cambio para el futuro de las profesiones de la comunicación, y en particular del periodismo, pues atañe a su materia prima: la información», dice Ramón Salaverría, del Laboratorio de Comunicación Multimedia de la Universidad de Navarra, en su ponencia «¿Periodistas para medios en Internet o Periodistas para la era digital? Nuevos criterios en la formación de profesionales de la comunicación», presentada en el I Congreso de Periodismo Digital, realizado en enero de 2000 en Huesca, España.
Salaverría añade que la radio necesitó 38 años antes de alcanzar los 50 millones de oyentes, en tanto que la televisión precisó de 13 años para lograr la misma cifra. Internet, en apenas cuatro años (desde 1991 hasta 1995), alcanzó más de 50 millones de usuarios en todo el mundo.
La definición de Periodismo Digital todavía está en proceso; son apenas 18 años desde el inicio de esta revolución.
Una breve forma de describirlo es la que nos da el mismo Salaverría: “la especialidad del periodismo que emplea el ciberespacio para investigar, producir y, sobre todo, difundir contenidos periodísticos».
“El que rompe con la comunicación lineal y unidireccional e implica una serie de cambios fundamentales respecto a las rutinas del periodismo tradicional. El periodista digital es el creador y el encargado de consolidar procesos de comunicación multimedia, multilineal e interactiva”, explica Quim Gil (profesor de posgrado en la Universidad Abierta de Cataluña) en su artículo Diseñando el periodista digital.
¿Qué tiene de nuevo el periodismo digital? Lo es porque modifica los tres procesos fundamentales del periodismo: la investigación, la producción y la difusión, dice Salaverría.
En su criterio, los métodos de investigación y el acceso a las fuentes han variado debido al acceso a las redes interactivas y documentos digitales.
Además, las herramientas propias de Internet (Facebook, Twitter, Youtube, Flicker, blogs, etc.) han variado sustancialmente el proceso y la forma de producir contenidos.
Finalmente, la difusión, plataformas digitales, en particular Internet, funcionan para publicar contenidos aprovechando las nuevas posibilidades multimedia, hipertextuales, interactivas e inmediatas; los cuatro ingredientes claves en el nuevo lenguaje digital del periodismo.
¿Qué necesitan los periodistas para enfrentarse al primer reto de lo multimedia? Salaverría recomienda borrar la frontera que ha separado a los periodistas de la palabra de los de la imagen; a los del teclado y monitor de los de la cámara.
“Ahora, un periodista debe saber contar una historia indistintamente con palabras, con imágenes o con sonidos; es el reto de la multimedialidad. Debe saber cuándo una noticia reclama un protagonismo del texto y cuándo, por el contrario, una imagen o un sonido hacen que sobren mil palabras. Más aún: llegado el caso, debe saber contar la historia con textos, imágenes y sonidos a la vez. El desarrollo del lenguaje multimedia, en suma, no tiene que ver tanto con el dominio tecnológico de ciertos programas o aparatos informáticos, como con la capacidad de articular formas de expresión periodística que, hasta la fecha, los periodistas han mantenido alejadas unas de otras”, afirma el profesor de la Universidad de Navarra en Chasqui, revista Latinoamericana de comunicación.
Hipertexto es un enlace en el texto que le permite al lector ir a otro o más textos –incluso imágenes y sonidos- para profundizar en detalles y/o antecedentes sobre la información de su interés.
“Con el hipertexto, el periodista propone, pero el lector dispone. El primero sugiere caminos posibles, pero corresponde al segundo decidir su itinerario particular de lectura. Aprender a convivir con esta creciente capacidad decisoria del lector será otro de los retos para los periodistas”, asegura Salaverría.
Interactividad. Con el Periodismo Digital terminó la voz unidireccional con la cual los medios solo transmitían informaciones y opiniones a audiencias con baja posibilidad de reaccionar.
“En la red, este monopolio de la palabra se ha roto. Como demuestran los pujantes fenómenos de los weblogs y los foros, hoy, cualquier persona tiene posibilidad de difundir sus mensajes a públicos diversos. En su relación con los cibermedios, tienen asimismo mayor capacidad de elección y de respuesta. Y la usan. Saber escuchar y prestar la voz a estos nuevos lectores activos y exigentes es quizá la última gran lección que deberán aprender los nuevos periodistas”, aconseja.
Finalmente, la inmediatez de Internet exige dar acceso a los lectores a informaciones en tiempo real y ofrecer seguimiento a su desarrollo por medio de actualizaciones de los contenidos.
Las cuatro nuevas características que Internet le ha incorporado al periodismo han variado también la forma de redactar las noticias que aparecen en las ediciones en línea de los periódicos.
Aunque haya características nuevas que han variado los conceptos del periodismo, los fundamentos de la profesión no deberían cambiar con la incursión del género digital.
La ética profesional, la responsabilidad, el servicio a los lectores, reflejar las tendencias de vida, entregar antecedentes, contextos, consecuencias siguen siendo parte de la función social del comunicador, como advierte Rubén Dario Buitrón, editor general del diario El Universo de Ecuador.