En una semana laboral diurna ordinaria, cualquier persona trabaja un máximo de 48 horas. Sin embargo, en la práctica, es probable que usted -como muchas otras y otros costarricenses- sobrepase esa cantidad. En un caso extremo, ¿puede imaginarse dedicando más del doble de esas horas por semana a su empleo sin que le reconozcan su valor?
Aunque parezca una locura, en el país hay mujeres que tienen jornadas de trabajo doméstico no remunerado tan extenuantes como la descrita. Destinan más de 96 horas a la semana a cocinar, limpiar, lavar,hacer mandados,cuidar niños, familiares y a cualquier otro oficio del hogar sin recibir el mérito que sus labores tienen para sostener la economía de su propia casa y de todo el país.
Se trata de casos particulares, registrados primordialmente en la zona rural, pero evidencian cuán recargadas sobre los hombros de las mujeres están las responsabilidades de la casa y del cuido de personas.
En esa situación se halló a 21 de 4.111 mujeres entrevistadas para la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo, efectuada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos, (INEC), en 2017. Mientras, para otras 1.250, el INEC estimó que el trabajo doméstico no pagado les consume de 48 a 95 horas semanales. Lo anterior sin importar si ellas tienen o no un empleo fuera de casa.
El instrumento también consultó a 3.139 hombres y su análisis demuestra la desigual distribución de las tareas domésticas y de cuidado como consecuencia de los arraigados estereotipos de género.