Desde 1990, (año de inicio de los datos de la ONU analizados) El Salvador se mantiene como el país con el mayor éxodo de América Central. Aproximadamente, uno de cada 4 de sus habitantes vive fuera. Una cifra que ha seguido relativamente constante hasta 2017.
La intensa migración salvadoreña -casi 1.6 millones, de los cuales unos 1.4 millones se estableció en Estados Unidos- tiene su origen, primordialmente, en la prolongada Guerra Civil, acontecida entre 1980 y 1992.
Una vez culminado el conflicto bélico influyeron otros factores, tal y como los señala Elsa Ramos, de la Universidad Tecnológica de El Salvador, en su investigación Migración Forzada, de 2013:
- La crisis económica posterior a la guerra
- Los desastres naturales, como el huracán Mitch y el terremoto de 2001
- La escalada de la violencia y las maras desde inicios de este siglo.
Sin embargo, Ramos advierte que la salida de salvadoreños es multicausal. Entre las 236 personas entrevistadas en su proyecto, el 40% señaló como razón primordial la falta de trabajo. Otro 16% la falta de oportunidades y un 13% indicó amenazas de las pandillas.